Publicado por Síntesis
En la Sala de Lectura del Centro Comunitario Estudiantil de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Campus Tijuana, se presentó el libro “La toma del Club Campestre por los estudiantes. Diversas percepciones de un hito en la historia de UABC” escrito por el doctor David Piñera Ramírez y el licenciado José Gabriel Rivera Delgado.
Esta obra trata sobre la toma de las instalaciones del Club Deportivo Campestre, realizada hace 43 años, por aproximadamente 600 estudiantes que buscaban presionar al Gobierno de ese entonces para que les cedieran dicho lugar y fundar ahí la Universidad, ya que esta no contaba con un lugar propio.
En lugar del Club, fue concedido el terreno ubicado en Mesa de Otay, donde hoy se ubican varias Unidades Académicas del Campus Tijuana, dándoles a los tijuanenses por primera vez la oportunidad de recibir educación superior en su propia comunidad, sin tener que salir a formarse profesionalmente en instituciones de otras entidades.
La presentación del libro fue encabezada por el doctor Felipe Cuamea Velázquez, Rector de la UABC, quien exhortó a los jóvenes a apreciar y valorar las instalaciones actuales del Campus Tijuana, así como a conocer la historia de la Universidad.
“Tengo la convicción de que cada hecho histórico es digno de escribirse, discutirse y reescribirse y lo sucedido el 5 de febrero de 1971 no podía quedar sin registrarse ya que representa un hito en la historia de nuestra universidad”, expresó el Rector.
Por su parte, el doctor Gilberto Covarrubias Pimentel, Coordinador del Grupo “UABC Campestre o Nada A.C.”, y quien formara parte de los estudiantes que estuvieron en la lucha denominada “Toma del Campestre”, comentó que fue larga la espera para que la UABC dejara de ser una universidad de papel y convertirse en lo que es actualmente.
Asimismo, el contador José Mojica Moreno, recalcó la importancia que tiene la educación para los jóvenes y la sociedad misma, pues dijo que él es un vivo ejemplo de que la educación es el eje fundamental para el progreso de cada ser humano, tanto en el ámbito académico como el socioeconómico. “La Universidad no fue gratis ya que somos herederos del esfuerzo de los ahora abuelos, que en su juventud se levantaron para luchar y conseguir una causa noble”, mencionó.