Publicado por Arturo Bustamante
Los San Diego súper Chargers están a punto de embarcar en una misión que hasta el momento no parece tan imposible como lo solía parecer.
Quien se lo imaginó, las cosas no se veían tan claras para el equipo relámpago cuando sostenía un récord de cinco victorias con siete derrotas. Pero por esta ocasión las estrellas se alinearon perfectamente para que dos escuadras perdieran sus últimos dos encuentros mientras que San Diego ganara los suyos.
Ahora los Cargadores asientan un récord de diez con siete y se encuentran en el partido divisional ante un monstruo ofensivo que aparentemente tiene una fórmula para vencer.
Para Denver esto no se presenta como un encuentro fácil. Un plantel ofensivo que en los pasados dos encuentros ha posesionado el balón con 38 minutos con un cincuenta por ciento de efectividad en terceras oportunidades siempre exhibirá complicaciones para defensivas, especialmente para escuadras que anotan velozmente como Broncos.
Denver terminó en la vigésima séptima posición en yardas permitidas, permitiendo 254 yardas por encuentro, pero ahorita eso no significa nada. Al fin y al cabo las escuadras calientes son las que sobreviven en playoffs, y ¿qué significa caliente? Eso es lo que le respondió Manning a medios cuando se le preguntó sobre los equipos calientes o enrachados en una conferencia de prensa vía teléfono el pasado miércoles en el campamento de los relámpagos.
Para Manning y sus armas es un día más en el trabajo, pero la realidad es que no lo es.
Desde el 2005, los sextos sembrados en la tabla sostienen una marca de seis ganados con dos caídas ante los primeros sembrados en la postemporada.
El mariscal con mayor número de anotaciones y yardas por aire en la historia del deporte (55 TD- 5,477 YDS) solamente ganó uno de sus últimos cuatro partidos ante equipos que lograron entrar a playoffs. ¡Eso no suena caliente!
Después de promediar casi cuarenta puntos por partido en la temporada regular y a la vez postulando un récord en la liga, los Broncos fueron contenidos por menos de treinta puntos en tres de los cuatro encuentros mencionados.
La fórmula se dice fácil, mantener al cuatro veces jugador más valioso de la liga en la banca enfriando el brazo mientras que la ofensiva contraria corre el balón efectivamente consumiendo el reloj de juego sin cometer errores.
Posibles bajas como la de Ryan Mathews duelen, pero balanceando la selección de ataque convirtiéndolos impredecibles confunde a defensivas rivales. Mathews acarreó en el pasado encuentro ante Denver para 127 yardas con un touchdown.
Para que San Diego venza, no solamente tendrán que consumir el reloj de juego efectivamente. Además tendrán que contener al mejor receptor de rutas cortas en terceras oportunidades, Wes Welker. Problema en el cual no lidió San Diego ante Denver en el pasado enfrentamiento.