Publicado por Arturo Bustamante
No es ningún secreto que la conferencia oeste es la más competitiva en la NBA, pero solamente un equipo en esa conferencia electrifica a su público y a su vez deja quijadas caídas para los fanáticos que lo vemos por la televisión. Ese equipo es Golden State Warriors.
Casualmente esta organización décadas atrás jugaba con un estilo similar al que se presenta el día de hoy. Un estilo de pasar mucho el balón con un ritmo veloz, utilizando varios francotiradores en las esquinas, agilidad en el rompimiento, y como plato principal el tiro de tres. Pero hay alguien muy especial en este plantel que quizá pueda ayudar a esta organización ganar su cuarto campeonato, él es Stephen Curry.
El base sensación está promediando 2 robos (5to en la NBA), 23 puntos (8vo en la NBA), y 9.3 asistencias por partido (2do en la NBA) en lo que va de la campaña. Promedia casi cuatro asistencias más que la temporada pasada. A veces tarda un poco para entrar en ritmo, pero cuando entra, agárrense. Pases exóticos, rachas encestando desde la línea de tres, y constantes cambios de dirección en su camino al tablero son solo una parte del amplio repertorio del ex jugador de la universidad de Davidson. Además, nadie es más peligroso que Curry en los últimos minutos de un partido.
La escuadra se ve completa y en tono desde el regreso de Iguodala y Lee. La escuadra de la bahía ha ganado nueve de sus últimos diez encuentros, es dominante de visita (13-10), y actualmente se encuentra en la sexta posición en la tabla general del oeste con un récord de veinticinco victorias con catorce derrotas. Se encuentra entre los primeros diez lugares en todas las categorías como equipo.
Actualmente al analizar los primero cinco de los Warriors me da un aire de optimismo para cuando se acerque la postemporada. El alero Iguodala es físico y aún puede defender, el alero Klay Thompson encesta desde cualquier ángulo, el pívot David Lee puede jugar la tabla y causar problemas en la defensiva, el botador Steph Curry controla el ritmo del encuentro, y el centro Andrew Bogut domina los rebotes. Una mezcla excelente en la ofensiva.
Me preocupa un poco la banca de Oakland, al igual que el resto de las alas en el equipo, viven y mueren desde la línea de tres. Defensivas dominantes aprovechan la mala selección de tiros en sus rivales y tienden a alentar el ritmo de juego jugando la media cancha, esa situación no le cae bien a Golden State.
Si el plantel se mantiene saludable entrando a playoffs, este puede ser el año para el cuadro dorado.